17 abr 2018

@asilascosastv



Quiero comenzar de primero con esta cuenta, por ser de nuestro país. No conozco a la periodista y productora del espacio Tatiana Rosario; así que, compartí brevemente con ella, en su cuenta personal (@tatianarosario) algunos pocos comentarios (gran ser humano, excelente profesional, respetuosa, alegre y... muchas otras virtudes: sígala). Pero, me llamó la atención su proyecto @asilascosastv, que se transmite por Teleradio América (canales 12 y 45) los sábados a las 10:00 p.m (También online). Tiene un equipo muy unido (confianza); su contenido es variado e instructivo (objetividad) y señala los “detalles”. Detalles que, periodistas que le duplican la edad o el ejercicio de su profesión pasan por alto: eso, hace diferente a este espacio de los demás que pude apreciar en Instagram (unos 30). Por cierto, Tatiana habla fuerte, pausada y elocuentemente... muchas veces, con una gran sonrisa: que te hace sentir esa confianza que debe existir entre un entrevistador y un entrevistado; respetando siempre la opinión de los demás; pero, sin perder la objetividad del punto a tratar. En esencia, así debe hacerse periodismo. Un/a periodista es el único mecanismo entre la información y la verdad. Es decir, si tomas información de segunda mano, el resultado jamás será igual. Y claro, el periodismo independiente está en vías de extinción. Ese proyecto televisivo, presentado de forma humana (puede verla sin maquillaje, en tenis y siendo ella misma), marca una diferencia. En mi selección, tomé esta imagen, que está arriba: https://instagram.com/p/BZzxgH2hRpI/  “Opinar no es un delito”. Lea la descripción del vínculo, y opine: su opinión cuenta.

Siempre digo a las personas que la información es un arma que puede ser usada para bien o para mal (manipulación). Sin embargo, el conocimiento, visto como la comprensión de esa información a un nivel objetivo: SIEMPRE será una herramienta (que me puedes bloquear o no; pero no, alterar). Herramienta, que se sustenta en lo único que tengo como individuo: mi opinión.

Los japoneses tiene un dicho: “El clavo que sobresale, recibe el primer (o más duro) golpe” (Y no, no se lo inventó el de Tokio Drift); sin embargo, son los mismos que se pasan semanas perfeccionando una hoja de acero mixto, convirtiéndola en una obra de arte (espada), que inspirará respeto (por temor); En la Isla de Pascua, debías saltar un acantilado, escalar un peñasco y ser el primero en traer un simple huevo (sin romperlo) para ser “líder” por un año; en las tribus mesoamericanas, un líder se medía por sus presas (cazadores); un par de siglos atrás, matabas unos cuantos; o, tenías grandes extensiones de terreno, que cuidabas a muerte de otras personas (hacendado), y eras una persona influyente; 100 años atrás, si eras hombre y de pensamiento europeo “revolucionario”, podrías “colarte” en un mundo de ególatras, altruismo (aparente) y política; Unos 50 años atrás, las mujeres, comenzaron a ver una luz al final del túnel. Ya no eran solo amas de casa y “fabricas” de hijos/as. Veinte años atrás, el mundo pasó de ser un océano, a una cubeta llenándose con agua. Información fluida y constante, lista para ser usada. Hoy, ni siquiera necesitas un lápiz o papel: tu simple opinión, marca una diferencia.

La pregunta era simple: cómo procesar la información de 50 millones de personas a algo “usable”? (procesamiento automatizado de datos, criterio hoy obsoleto)  ese fue el trabajo del conocimiento, como una construcción selectiva de información. Procesamos, adaptamos, creamos, aprendimos; nos equivocamos; comenzamos nuevamente y obtuvimos el mismo resultado que nos trae hoy aquí con unos 4,000 millones de personas: mi opinión, es la diferencia entre el caos del la información y la "pasividad" del conocimiento. No tengo que tener millones, cazar, destruir, opacar, ni resentir nada. El derecho a expresar mis ideas, como el resultado de la suma de hechos y circunstancias que me pusieron en este único punto de la historia: es lo único que la información jamás podrá lograr por sí misma (de forma automática); es decir, DECIDIR.

Un algoritmo predictivo dentro de minería de datos está limitado a parámetros; el razonamiento humano: no tiene límites. Podría decir que la distinguida dama @tatianarosario tiene una perrita chihuahua, que se llama Lucha y puede levantar una bicicleta por encima de sus hombros luego de recorrer muchísimos kilómetros; y la "IT" (tecnología de la información), solo podrá ver la diferencia entre un rottweiler y un chihuahua (dando por válido lo demás, lo cual es: subjetivo y parcial). No verá el ser humano, el esfuerzo, las razones o la alegría que impulsaron el Proyecto del cual extraje (prestada) esta imagen (es decir, al ser humano)… limitar nuestra opinión (de personas “normales” y “ordinarias”: ciudadanos y entes sociales), a temas tan simples como decidir (sobre algo) o, conocer (sin límites abstractos) cierto tipo de conocimiento: es, atentar contra la propia dignidad humana; y, no es porque lo diga un Convenio, una Constitución, dogma o religión. Fíjese, que no he atacado a grupos de poder, ni religiones, ni creencias: el ser humano está por encima de cualquier límite autoimpuesto por unos pocos (pensamiento de hackers. Nota: debo hacerles un post); y, a eso, es que algunos le temen: el control, es todo lo que el poder tiene para perpetuarse. Por eso, muchas veces se omite la opinión general, por el interés "particular".

Una vez, vi un aprendiz de monje, al cual le pusieron una simple tarea: rompe un ladrillo con tu mano (usaban los fragmentos de ladrillo “viejo” para nuevas construcciones del templo). El primer día, dolió como el demonio (lo se, por experiencia… no pregunte) a eso de los 2 años, el joven rompía decenas de ladrillos en un minuto y hasta se reía. El punto, es que el cuerpo humano se adapta a lo que sea; y ello, en gran parte se debe a la mente, que se adapta a las más inclementes circunstancias. Imagínese lo que millones de yottabytes le han hecho al intelecto humano en solo una década. ¿Locura? locura, es no entender que la opinión de cada persona cuenta en esta vida.

Si quieres limitar una opinión, tan solo asegúrate de que tu punto sea el correcto; o sea, la verdad (Y no, “tu” verdad; es decir, lo que crees). Fuera de ello: la ley, la sociedad y la religión son simples conceptos lineales; es decir, su ramificación práctica en nada tiene que ver con limitación del conocimiento. Usos y tradiciones, al igual que la mente, están diseñadas para ser moldeadas a un solo tiempo y espacio (hasta volverse obsoletos). Mi consejo: que el único límite en esta vida seas tu mismo/a; opina sobre lo que quieras y cuestiona TODO. Eso solo, marca una diferencia.

P.d. Google no deja insertar las imágenes de Instagram en Blogger... deben corregir eso. Y por cierto, nadie en Instagram sabe de esto... manténgalo, así.

No hay comentarios.: