19 jul 2015

Una cuestión de... mustangs.


Digamos que la historia comenzó con una moto que casi compré el año pasado; digo “casi”, porque luego de revisarla (necesitaba mucho cariño), regatear con el dueño (durante meses) y elaborar todo el proyecto de modificación (soy algo largo y pesado... necesito una moto grande: modificada) el señor me saltó el día de la compra con que él no era el propietario “legal”... (a un abogado). Sobra decir, que se me fueron los planes por el desagüe. No obstante eso, mi mamá (a quien le contaba mi desdichado suceso) no quería que comprara nada de dos ruedas (salvo una bici), debido a que me gusta modificar demasiado las cosas y correr… en resumen, terminé prometiendo que no compraría ninguna moto (por un tiempo); sumado, a una antigua promesa de no pasar los 140km/h en ningún vehículo… bueno, esa la he roto algunas veces; pero, la intención cuenta.

La cuestión es que necesitaba algún proyecto de mecánica, y por cosas de la vida, me topé con un mustang 2004 (edición 40 aniversario) que se veía bien... en fotos. Nunca he sido amante del Ford Mustang, por el simple hecho de que son pesados, ineficientes y tienen el chasis y el motor de una minivan (cosa, que no muchos saben). Pero, quería comprarlo para modificarlo “bastante”. Bueno, este mustang en específico, era un buen proyecto para mi, porque tenía problemas de transmisión (de seguro el solenoide), así que me decidí ir a verlo (me quedaba cerca). Dicen que no hay nada como la primera impresión; y, lo que pude ver, se resume en lo siguiente: no había una sola parte de la carrocería alineada (lo habían desarmado por completo; el bumper trasero, reparado de mala calidad; el interior, olía a mecánico (sudor), lo que implica que tenía problemas eléctricos, el aire acondicionado estaba dañado; y, quizás, usaban el auto para fiestas (había arena de playa). Era un completo desastre, y lo descarté. 

Bueno, los mustangs son autos “deportivos” económicos; y, no obstante usted brinque de su asiento (si es fanático del mustang), seguirá siendo una minivan con carrocería de coupe, con un motor pesado, de combustión ineficiente (OHC), sin doble eje de levas, ni aluminio, ni reducción de peso, ni nada. La idea mercadológica es: que usted haga esas modificaciones invirtiendo algo de su tiempo y mucho dinero (lo cual resulta bastante ilógico). Puede modificar un auto, personalizarlo y llevarlo hasta el tope de sus límites. Pero, de ahí a comprar una “marca” (un ícono), por una “historia” olvidada por su fabricante: no le veo sentido. De qué vale tener un V8 de 4.6 litros (con unos 260-300 HP) si el auto pesa como un yunque. Se que es una cuestión de costos/beneficios para Ford Motors Company. Pero, es increíble lo que un fanático de mustang debe hacer para reducir el peso y obtener un carro aceptable. Sin embargo, son de los “deportivos” (económicos) más vendidos (en EUA)… hechos a partir de un coupe diseñado para las “secretarias”. Está claro que Caroll Shelby convirtió este auto en un carro de hombres (fastback); pero, me pregunto: ¿Como el mustang 67 (“ligero, emblemático y fuerte”), se convirtió en un auto tan pesado e ineficiente?  

Y, no se trata de crear un nuevo auto. Ya tenemos el mustang 2015 (sí, el de 4 cilindros (2.3L) turbocargado, con culata de aluminio y 6 cambios: 300 caballos (hp))… este 4 cilindritos tiene la misma potencia que un modelo similar v8 (4.6L) de 2009. Al menos, Ford está entrando en la competencia deportiva (esperemos que no tengan tanto plástico como el Camaro). Hay quienes dicen que este mustang es un Fusión Coupe… pero, en lo personal, a mí me gusta (quizás, porque nunca he manejado en sexta marcha). El espíritu del mustang es agilidad y libertad… al menos, ahora, están por un mejor camino.

Por cierto, mi intención era ver cual era el límite de peso que podría sacarle al mustang, para mejorar el rendimiento. Eso, junto con muchos otros “trucos” que hubieran sido un buen entretenimiento de fin de semana… pero, en retrospectiva, hubiera sido un simple capricho en el que hubiera malgastado tiempo y dinero. Quién sabe y algún día termine yo con ese 2.3L... cuántos caballos más, se le podrán sacar? 

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