28 feb 2014

Para cerrar Febrero...

Cada canción, trae consigo una historia y una experiencia. Compilé algunas frases de estas:


"Donde existe el dolor, puede el amor refugiarse" 

"Nos toca aceptar que el tiempo vuele"

"Mi amor, adiós, goodbye..."

"No dejaré que tu amor vuelva y me deje"
----------------------------


"Se prende como fuego, abusadora"

"Ven a bailar conmigo, tu no bailes sola"

"Princesa de mis sueños te ves tan sola"

"Corazón inocente, roto a mala hora"

"Quiero bailar contigo, amarte a todas horas"
---------------------------------



Esta es la versión de Juan Carlos Lozano (vocalista original de Moenia).

"Espérame tranquila, siento que mi alma te puede ver"

"Enséñame lo que haces, que no te puedo dejar de ver"

"Repaso las cosas que me dices, las que no: lo hago también"

"El día que no te veo, apenas puedo respirar"

"Contigo estaré...".

20 feb 2014

Lo que nunca te dije.



Nunca te dije que me enamoré de tu sonrisa,
Ni que el brillo de tus ojos, parecía la luz del Sol.
No te dije que, eras lo más valioso de cada día
Y que, moría por hablarte, sin ninguna razón.

Nunca te dije que la Luna me recuerda tu mirada,
Ni que a tu lado, el mundo se vuelve algo mejor.
No te dije que, algo de ti,  me completaba
Y, en verdad, nunca te di la razón.

Nunca te dije que, cada día, te esperaba
Ni que hacías de mí, una persona mejor.
No te dije que, algunas veces, me sonrío
Y que eres tú, mi musa, la única razón.

Nunca te dije que eras la luz en mis noches
Ni que, aún en sueños, te cuidaba yo.
No te dije, que, el día que me encontraste:
Yo… encontré el amor.

13 feb 2014

Quisiera - Juan Luis Guerra.



Tengo esta canción rodando en la cabeza desde hace días... buena para la ocasión. :)

11 feb 2014

Cuestiones de amor: la princesa del cuento.


Quien tiene una madre como reina, convierte a cada mujer en una princesa”. Lo cierto es que hay mujeres que merecen ser tratadas de forma especial. No sé, puede ser un gesto o un detalle lo que te enamora y te atrae. Y sé que usted estará pensando que lo único importante es una mujer de carne y huesos (no idealizada). Bueno, TODOS somos de carne y huesos. Tenemos cientos de imperfecciones… pero, si bien la vida no es un cuento de hadas: es un cuento verdadero.

¿Alguna vez ha visto dos ancianos besándose en la mejilla, o tomados de la mano? ¿Ese momento en el que se miran como si fuera la primera vez? uno se pregunta cómo se habrán conocido, y qué tanto habrán pasado juntos. ¿Se dio cuenta? la vida sí es un condenado cuento de hadas. Solo debes aprender a observar. Y ¿qué es una princesa? una niña, una señorita, una dama… y qué mujer no lleva una niña por dentro, qué mujer no es tan coqueta que se mira al espejo, y se dice: “te vez hermosa”; y, además, qué mujer no merece ser tratada como una dama única: capaz de inspirar poemas, canciones e historias.

Cada mujer es, en cierta medida, la princesa de un cuento. Cada mirada, cada gesto, cada exquisito contorno de su impactante figura, cada carácter y cada microscópica imperfección de su ser, trae consigo la esencia misma de la perfección femenina, ese aire de seducción que te atrae y te seduce hasta los cimientos del alma... ahí está tu princesa. Al final de la historia, el príncipe azul (rojo, verde o amarillo) se convierte en Rey. Un nuevo reinado comienza (la historia de tu vida) y es ahí cuando la princesa del cuento pasa a ser la Reina de nuestra historia: señora de señoras, mujer única, la más sagrada e invaluable de todo el “reino”, y quien estará a tu lado más allá del tiempo. El amor, no es una ilusión: es la voluntad de ver la luz, aún en la más cerrada oscuridad. Princesas, hay muchas. Reina: solo hay una. Bueno, y cuando hay una pancita de nueve meses: dentro de ella viene una “princesita o principito”… una bendición, llena de risas, gritos, caos y felicidad… pero esa, es otra historia.

8 feb 2014

Cuestiones de amor: su amistad.


Ya he establecido (en otros años) la diferencia entre dos amigos que se enamoran y una “amistad” cuya finalidad es enamorar (excusa). Ahora me toca explorar un tercer punto: la amistad, “después de” (casados). Y me refiero a que cuando te enamoras el mundo va a mil, la vida se detiene frente a esa mujer despampanante y ella pasa a ser la única mujer del mundo. Pasa a ser tu esposa, tu novia y… tu amiga.

Yo me río mucho de las personas que dicen que dos novios/esposos no pueden ser amigos. Digo, la amistad entre hombres y mujeres puede terminar en todo tipo de relaciones, de eso no hay duda… pero la gente, a veces olvida que la amistad también es un tipo de amor. Y que, la amistad es un amor de lo más sincero y desinteresado. Es así como las parejas divorciadas pasan del amor a la amistad, cuando hay hijos de por medio; ya que, entre ambos crearon un lazo indisoluble de por vida. También me río mucho con las personas que dicen que no se soportan, y ello, es porque aún están enamorados, y no lo aceptan por temor a salir heridos (nuevamente). Lo cierto es que, aún dentro de una relación formal cada persona necesita su propio espacio para crecer y desarrollarse como individuo. No puede usted pretender una relación sumisa y dependiente o un aislamiento social.

Yo, creo en el “hasta que la muerte los separe” (y aún, más allá). Sin embargo,  lo cierto es, que eso solo se logra con un millón de detalles diarios que solo se puede dar mediante amistad. Y con amistad me refiero a esa libertad de comunicación sincera entre la pareja: sin limitaciones. Ya que, un error grave comienza cuando la relación se limita a los hijos, la sociedad y la cama. Nunca dejamos de crecer como personas, lo que puede implicar cambios drásticos, y a la vez, imperceptibles en nuestra vida. De ahí la necesidad de esa comunicación sincera que solo se logra con una verdadera amistad: un amigo/a no te abandona en ninguna circunstancia: te apoya o te corrige. Y siempre, está ahí: para lo que sea.

Un secreto: un día de estos dígale a su esposa “quieres ser mi novia”, o “quieres escaparte conmigo esta noche por ahí”, “vayámonos de aquí” y, en esencia, literalmente, robe a esa preciosa mujer de la rutina de su vida, y hágala su cómplice. Amar es enamorarse de la misma mujer cada día y, en esto, no hay manuales; así que, si su esposa es su mejor amiga, tenga por seguro que podrán resistir mucho más como pareja, que siendo solo la madre de sus hijos, o, ese cuerpo tibio que lo abraza por las noches. La cuestión es simple: ¿tengo razón?

1 feb 2014

Cuestiones de Amor: ¿nosotros?


El amor tiene muchas formas y grados. Técnicamente, no es un sentimiento: es un conjunto de sentimientos. Y cada Febrero, me propongo un reto: escribirle a este tema algunas entradas. La razón es simple: por qué no.  

Siempre le digo a las personas que: “si no sabes lo que buscas, jamás podrás encontrarlo”, lo que aplica al amor. Las personas “persiguen” el amor como si fuera algo que pudieran encontrar. Un secreto entre nosotros: el amor está allí, está contigo en cada momento del día y la noche. Está en tu ADN y en tu sinapsis. Cada cuerpo humano está compuesto por millones de microorganismos trabajando en sincronía como una unidad; y está claro que, evolucionamos hacia la circunstancia de ser “una parte” de algo mayor. Hay personas que se incomodan y dicen que cada ser humano es individual y completo: y lo es, desde el punto de vista funcional; pero, la relación hombre-mujer, más allá de lo biológico, es el vínculo que nos trae aquí.

Toda relación de pareja es similar a una construcción. Sí, se que hay personas que la consideran un rompecabezas (piezas distintas, para completar). Pero, lo cierto es, que un día se te cruza por delante una hermosa mujer y, sencillamente, te dices: quiero pasar mi vida con ella. No tienes la menor idea de quien es ella (en realidad), eso te lo dirá el tiempo y las circunstancias. Te atrajo, no un sentimiento o un impulso: te atrajo una necesidad. Y no, no me refiero a sexo (digo, hay mujeres que te nublan la razón… pero no me desviaré del tema); es la necesidad de formar parte de algo mayor. Digamos que por capricho del destino ambos están solteros y dispuestos (cosas distintas) y comienzan a conocerse. Le aseguro que puede haber verdadero amor antes de ponerse un solo dedo encima. Hagamos una pausa…

Si vemos el mundo actual, las mujeres cazan a los hombres… literalmente. Y, en muchas sociedades “vanguardistas” o “liberales” el papel de la mujer (nuestra semejante, aclaro) ha perdido una parte de su atractivo: la sutileza, esa reticencia a ser “conquistada” y que hacía que el “desafío” aflorara las virtudes y defectos de ambos. En algún punto, una pareja se convirtió en besos y sexo ocasional, hasta llegar al punto de que la relación (casarse) se vuelve: una obligación social. Si se preguntan el por qué de tantos divorcios, es por la propia sociedad (en general) que trata de imponer una atadura a un sentimiento que se asemeja más a un lazo: el amor une, sin imposiciones. Pero la cuestión es, que ya los sentimientos se han desvirtuado. Hay mujeres que dicen: “debes luchar por mí”… cuando, la pregunta correcta es: ¿qué tanto luchas tú por un mejor nosotros? Parece una contradicción, pero...

El amor, es cosa de dos... hombres y mujeres somos semejantes (en algunos sentidos), pero, somos polos opuestos de una misma moneda. Y es en ese punto, “la misma moneda” donde quiero enfocar esta entrada. Quiero que imaginen lo diferente que son dos hermanos, dos amigos, dos enamorados, etc. Física elemental: Los polos opuestos se atraen… eso, es parte del amor. El amor, radica en nuestras diferencias. Es lo que nos complementa como personas. Y usted se dirá que con los años el carácter, las costumbres (mañas) y los rasgos personales se agudizan… sin embargo, al compartir tu vida con alguien ambos cambian y se adaptan. Esa, es una experiencia única en la vida y es la base del amor: compartir y compartirse. Ceder, adaptarse y soportar esas diferencias en busca de un mejor y más fuerte: nosotros. La verdadera pregunta no es cuánto ceder o qué tanto soportar esas diferencias. La única pregunta válida es: ¿qué tanto importa el nosotros? Y ¿qué debemos hacer para mejorar y superar nuestras diferencias?… el amor es un reto, un desafío. Y, al final, solo puedo asegurar que: si un “nosotros” nos hace mejores que el “tú y yo”... vale el esfuerzo cultivar ese sentimiento. Y nada, así comienzo este febrero: mes de amor y amistad.