2 may 2012

Pescando Salmones en Yemen (película, 2011).



A lo largo de la vida, nuestra vida cambia. Parecería algo ilógico que una persona pudiera ser y no ser la misma. Pero lo cierto es: que no somos quienes fuimos ayer, y quizás, tampoco seamos los mismos mañanaLa pregunta elemental es simple: ¿Hasta dónde llegan tus sueños? 

Me gusta pensar que más allá de nuestra cultura, sociedad o religión, todos somos “peces”, navegando por el río de la vida (semejantes y distintos). Cada pez es único, pero está incondicionalmente atado a los demás dentro de la cadena de la vida. Si va o no contra corriente, eso es otra historia. Creo que todos los seres vivos somos parte de un mismo hilo dentro de un único carrete; sí, tenemos diferentes tensiones en diferentes lugares; pero, por más alejados que estemos siempre estaremos unidos, aún en la cercanía de lo desconocido. “Salmon Fishing in the Yemen” o “Pescando Salmones en Yemen” está protagonizada por la hermosa Emily Blunt (mi primera razón para ver esta película) y Ewan Mcgregor. La trama se desarrolla en un ambiente algo jocoso, en donde la risa termina por convertirse en seriedad y en sentimientos. Al fin y al cabo, de esto se trata la vida.

¿Podría estar un hombre "loco": por desear algo improbable, más no imposible? Al ir a pescar, debemos aprender a distinguir entre lo que los ojos ven (solo agua) y lo que sentimos (intuición… o fe). “A los pescadores, no les importa si soy oscuro o blanco, rico o pobre, si uso toga o botas de pescador. Solo les importan los peces, el río y el juego que jugamos”. Lo cierto es que no se necesita de una religión para tener fe. Creer en algo fuera de los sentidos es: lo que nos trajo aquí, lo que somos hoy. Y el problema actual es que la mayoría de las personas dan las cosas de la vida por sentado, y simplemente: se dejan arrastrar por la corriente. Sí, nuestro mundo cambió, pero aún nos falta mucho por aprender y descubrir. “Para los pescadores, las únicas virtudes son la paciencia, la tolerancia y la humildad”. Si me pusiera a calcular la parte de mi vida que he dedicado a mis peces, quizás, me los comiera (a pesar de que son “decorativos”). Lo que me lleva al tercer punto: ¿Qué quieres? Y esta pregunta, va orientada a un comentario de la película: “volverás…está en tu ADN”.

A veces, solo basta con dar el salto. Puedes pasar cientos de horas dedicadas a algo, y aunque parezca un tiempo perdido, esas horas constituyen la base de esa experiencia sin importar el resultado obtenido. Es ahí donde entra nuestra cuarta pregunta: ¿te dejas llevar por la corriente, o vas contracorriente? Ir en contra de la corriente es hacer lo que sentimos correcto, y esa búsqueda por encontrar las respuestas que buscamos mas allá de las probabilidades. Al final de la historia, luego de haber hecho todo el esfuerzo, de haber puesto tu empeño en lo improbable, solo queda esperar… un milagro. Lo que me lleva a quinta y la última pregunta: ¿Por qué no? Lo importante es, volver a empezar.