13 sept 2006

Deportes cuasi olímpicos: La Plaquita.

Cuando era un muchachito, recuerdo que casi no había ningún juego electrónico. Todo era muñecos, juegos educativos, espadas, pistolas y escopetas de mito, guantes, bates y pelotas de todo tipo. A veces, los pobres juegos no pasaban del primer día, por el maltrato. Según fui creciendo, pasé a los juegos de muchachos: basketball, pelota, skateboard, bicicleta, etc. Así, como a los deportes "cuasi olímpicos" (se juegan con el corazón, no con $$$), los cuales eran promovidos por los limpiabotas de la época que pasaban por el barrio; hoy, con el hambre que cargan los pocos que quedan, el único juego que se saben es “esto es un atraco”.

Entre estos juegos se destacan: -La vitilla: Deporte extremo que necesita un palo de escoba como bate, de 3 a 5 tapas de botellón de agua “calibradas” y un dominio del arte de "pichar" una vitilla. -El fufu: Artificio de guerra diseñado con una tapita de refresco “machaca” con una piedra, dos hoyitos y un hilo de gangorra, acelerado por oscilaciones, el que primero le corte el hilo al otro (o el dedo, porque son filosos los malditos) gana, aunque sea experiencia; y claro está: -La plaquita. Es un juego sencillo, compuesto por: 1) dos placas de carro dobladas en “[“, de tal forma que puedan pararse en la calle; 2) dos bates (palos de madera gruesos); y 3) una pelota de goma. Bueno compre 5 pelotas, si por su casa hay perros o viejas amargadas de esas que pican las pelotas.

Se pinta un cuadro del tamaño de la placa doblada, ahí va apoyada la punta del bate, las placas se colocan a unos 7 metros una de la otra, en contra cara. En cada lado hay dos personas el bateador y el receptor (que también funge como pitcher del contrario). El objetivo es, tumbar la placa del contrario... con puntería; o, agarrarlo “fuera de base”, y sacar el out. Si al receptor se le va la bola: los bateadores corren entre las placas, anotando de a dos carreras por vez. Llegué a jugar juegos de 30 carreras, y otros de 150; eso, dependerá de la fiebre y de la visibilidad nocturna (palos de luz).

Un día jugando plaquita en la calle, estábamos como 8 muchachitos entre 12 y 15 años, era de tarde, y mi amigo Mario dio un buen batazo lejos (los contrarios eran Chavo y Cristian), estábamos corriendo como locos, y chavo le gritó a Cristian ¡Tírale a la placaaaa!... Mario me dijo ¡Corre!, y NO BATEES… Cuando las cosas van a pasar… Mario dejo pasar la bola que venia por su lado de la calle como un chuchazo; pero, estaba tan "bonita" que la batieee. Diantre... fue un palo histórico: de lleno en el bate (palo de piñón); según levanté la vista, ahí estaba el vecino a dos casas, con su madre de unos 80 años (Por suerte, no la maté). Recuerdo que la pelota (goma maciza) pico una vez, hacia la derecha… en una fracción de segundo calculé que la bola le daría medio a medio de la espalda de la viejita, en el momento en que se subía a la yipeta del hijo. Solo recuerdo que uno voceo ¡va a tras de ti!...; ni Feliz Sánchez me hubiera ganado corriendo. El instinto animal de supervivencia salió a flote...

Corrí en línea recta hasta las cerca de la Secretaría de las Fuerza Armadas y después doble hacia el Sur hacia el Parque Mirador Sur. Recuerdo que, como a la hora del ajetreado día, me encontré con Elvin (otro del grupo) sentado en el Lago del Mirador; y me dijo, que no volvería por ese lugar por un buen tiempo... ¡Y yo, que vivía a 2 casas del suceso!. Minutos después, arranqué mas asustado que el diantre, mientras me imaginaba a la Policía en mi casa. Pero, cuando llegué: todo estaba tranquilo: ahí, suspiré.

Como a la semana, me enteré que el pelotazo dio en la goma trasera izquierda de la yipeta, y le rozó al vecino; pero, el mismo se regó con los demás (que no huyeron) por el hecho. Sin embargo, cada año, con el de cambio de placas, ahí estábamos todos: “el equipo". Con el paso del tiempo se llegaron a romper tarros finos, vidrios de carro, un par de dientes (de los de verdad), bombillos y un cuadro de la casa de Chavo. Ya casi no nos juntamos (muchos viven fuera)... así que, solo nos vemos ocasionalmente. Pero, nos explotamos de la risa por aquellos viejos tiempos.

4 comentarios:

Alma dijo...

Todavía me estoy riendo por tu anecdota,
a mi me pasó que no le dí a la Sra. pero
le rompí un tubo de agua, fué ahí donde
me vi obligado a aprender de plomería.

Las "vitillas" de allá, son "charpas" acá,
y todavía se practica mucho, hasta hacen
torneos con buenos premios, incluyendo
trofeos. Equipos de 3 personas, es bueno.

DTB

Fran dijo...

Amigo, yo también me río, pero ahora; en aquel entonces, ya estaba pensando en como huir de mi casa hacia algún monte "lejano".

Lo de las "charpas" no lo sabía, gracias por el dato. Quien sabe y en algunos años veamos por ESPN el "Torneo Caribeño de "charpas" o "vitillas"... ja,ja,ja.

Anónimo dijo...

que bien...yo nunca jugue nada de eso.... pero si mal pase con pelotas y demas...por que sera que siempre hay una vieja aburria por donde uno vive...

Anónimo dijo...

gracias por los datos estoy haciendo un trabajo sobre ellos ,no tendras datos de los platos de comidad netamente criollo,dulces o bebidas

o sea made in RD